
¿Quien se imaginaria que este decadente anciano de su derecha habría podido orquestar mas de 400 crímenes? Increíble ¿Verdad? Pues bien, adentrémonos en una historia llena de los peores asesinatos.
Nació en Washington el 19 de mayo 1870 con el nombre de Hamilton Fish, pero poco tiempo después decidió cambiárselo por Albert -nombre de un hermano fallecido-. Ésto fue debido a las cansinas burlas de sus compañeros al llamarle "Ham and eggs" (Jamón con huevos).
Poco después del fallecimiento de su padre tuvo que ser enviado a un orfanato porque su madre no podía mantenerlo. Allí recibió duras palizas, maltratos y abusos sexuales. Gracias a esto, desarrollo un sentimiento de placer al infligir dolor a sus compañeros y a si mismo. Experimentó frotándose desnudo con rosas con espinas, manteniendo relaciones homosexuales, bebiendo su orina y comiendo sus heces, prendiendo fuego a bolas de algodón que introducía en su ano y lo que más le gustaba, introducirse agujas alrededor de su próstata. Una radiografía reveló 29 agujas oxidadas en sus testículos. Un día fue sorprendido en su habitación completamente desnudo, masturbándose con una mano y con la otra golpeándose la espalda con un palo del que sobresalen unos clavos. A casa golpe gritaba de dolor, mientras la sangre se deslizaba por sus nalgas. Empezó a conservar los árticos de crímenes en la prensa, y coleccionaba todo aquello sobre los asesinos en serie caníbales -con los que se sentía identificado-

En 1890, Fish se muda a Nueva York donde comienza a ejercer la prostitución y a la violación de muchachos jóvenes -crimen que siguió realizando incluso después de su matrimonio en 1898-.
Fue arrestado en 1903 por malversación de fondos, yendo a la cárcel estatal de Sing Sing. Allí mantuvo muchas relaciones sexuales con distintos hombres.
Ya por esa época había conseguido violar a mas de 100 niños -la mayoría menores de 6 años-. También frecuentaba prostíbulos en los que pagaba por ser azotado.
Fue internado tres veces en un hospital psiquiátrico, pero lo dejaban salir al poco tiempo tras considerar que no era peligrosos ni estaba loco, si no que simplemente sufría de una personalidad psicopática de carácter sexual. A pesar de sus problemas la policía tardaría nada menos que seis años para poder inculparlo por asesinato.
Fue entonces entre 1910-1924 cuanto intento asesinar a varias personas, la mayoría niños o deficientes mentales pero no llego a consumar ninguno de estos crímenes. Llega el año 1928 y asesinó a la primera niña Grace Budd, fue un caso ampliamente documentado e investigado por la policía -la cual detuvo a otro hombre por error-.
Siete años después, en noviembre de 1934, una carta anónima fue enviada a los padres de la niña, lo que condujo a la policía hacia Albert Fish. La madre al no saber leer, le pidió a su hijo que la leyera. Su contenido era horroroso:
“Estimada Señora Budd.
En 1894 un amigo mío fue enviado como asistente de plataforma en el barco de vapor Tacoma, el Capitán John Davis. Al llegar ahí el y otros dos fueron a tierra y se embriagaron. Cuando regresaron el barco se había marchado. En aquel tiempo había hambruna en China. La carne de cualquier tipo costaba de 1-3 dólares por libra. Así tan grande era el sufrimiento entre lo más pobres que todos los niños menores de 12 años eran vendidos como alimentos en orden de mantener a los demás libres de morir de hambre. Un chico o chica menores de catorce años no estaban seguros en las calles. Usted podía entrar a cualquier tienda y pedir corte en filete o carne de estofado. La parte del cuerpo desnudo de un chico o chica sería sacada y lo que usted quisiera sería cortado de él. El trasero de un chico o chica la cual es la parte mas dulce del cuerpo era vendida como chuleta de ternera a un precio muy alto. John permaneció ahí durante mucho tiempo adquiriendo gusto por la carne humana. A su regreso a N.Y. robó a dos chicos uno de 7 y uno de 11 años de edad. Los llevó a su casa los despojó y desnudó y los ató a un armario. Entonces quemó todo lo que ellos portaban. Varias veces cada día y cada noche los azotó , los torturó para hacer su carne buena y tierna. Primero mató al chico de 11 años de edad porque tenía el trasero más gordo y por supuesto una mayor cantidad de carne en él. Cada parte de su cuerpo fue cocinado y comido excepto la cabeza, huesos e intestinos. Fue asado en el horno (todo su trasero), hervido, asado, frito y estofado. El chico pequeño fue el siguiente, fue de la misma manera. En aquel tiempo, yo vivía en la calle 409 E 100 cercana a la derecha. El me decía frecuentemente cuan buena era la carne humana, que decidí probarla.
El domingo 3 de junio de 1928, yo le visité en el 406 W 15 de St. Brought usted puso queso -fresas. Almorzamos, Grace se sentó en mi regazo y me besó. Decidí comerla. Con el pretexto de llevarla a una fiesta. Usted dijo que sí, que ella podría ir. La llevé a una casa vacía en Westchester que yo ya había escogido. Cuando llegamos, le dije que se quedara afuera. Ella recogió flores, subí y me quite mis ropas. Yo sabía que no debía tener sangre en ellas. Cuando todo estuvo listo, me asomé a la ventana y la llamé. Entonces me oculté en un armario hasta que ella estuvo en la habitación. Cuando ella me vio completamente desnudo comenzó a llorar y a tratar de correr escaleras abajo. La atrapé y me dijo que se lo diría a su mamá. La desnudé. Pateó y me rasguñó. La estrangulé y entonces la corté en pequeños pedazos para poder llevarme la carne a mis habitaciones. La cociné y comí. Cuan dulce y tierno fue su trasero asado en el horno. Me llevó nueve días comer su cuerpo entero. No la violé como hubiera deseado. Murió virgen.”
En marzo de 1935 comenzó su juicio, Fish alegó de locura y que Dios le ordenaba matar y violar a niños. Finalmente no se certificó su locura y fue condenado a la silla eléctrica. En el juicio confesó "tengo un deseo irresistible de comer carne cruda las noches de luna llena, y bailar desnudo bajo la misma". También contó con detalle como a un niño de tan solo 4 años le flageló hasta que su sangre corrió por sus piernas, le corto las orejas, nariz y ojos, le destripó y cogió su sangre para bebérsela, lo desmembró y se preparo un estofado con la parte mas tierna.
Sus ultimas palabras fueron: "Que alegría morir en la silla eléctrica. Será el ultimo escalofrió, el único que todavía no he experimentado"
En la próxima entrada "Hannibal Lecter"
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